Juan Maestre Moratilla


Este radiofonista, típico hombre de la radio, popular donde los hubo, enormemente vinculado a Alicante, que fue Juan Maestre Moratilla no nació aquí, sino en Guadalajara, donde vino al mundo el 11 de abril de 1929, y en Alicante vivió desde 1957, en que vino destinado como funcionario del ministerio de Agricultura, a la delegación del Servicio Nacional del Trigo de Alicante. Ya había hecho radio en su ciudad natal, pues su afición a todo lo que es la comunicación, es decir, la prensa, la radio, la escena, la canción, brotó en él desde muy joven. Cuando ingresó en el referido Ministerio, ya hacía sus pinitos en la radio. Comenzó en Radio Guadalajara, perteneciente a la Cadena Azul del Frente de Juventudes, donde trabajó por espacio de unos dos años, realizando programas de entretenimiento, y cuando vino destinado a Alicante llevaba en la cabeza una serie de ideas que empezó a desarrollar. Acude a Radio La Voz de Alicante, que ya pertenecía a la REM, para ofrecer la realización de programas. Sus propuestas fueron aceptadas y al principio fue contratado por una agencia de publicidad, que era el carácter que tenían estos espacios, luego pasó, como tantos otros, al cuadro de actores y, finalmente, Maestre ingresa en la plantilla de la emisora en 1965, y, sin abandonar su labor de funcionario del Estado, alterrna ambos cometidos, éste por las mañanas y el de la radio por las tardes y noches, y, desde el primer momento, su nombre empieza a cobrar fama y sus programas son muy escuchados y seguidos de cerca por los oyentes, que acuden con frecuencia al plató como público participativo de los espacios de Maestre, casi todos cara al público.

Juan Maestre Moratilla se declaraba pionero de los espacios con asistencia de público, siendo el primero de ellos "Antena Revuelta", al que seguiría "Loco-loco". También reivindicaba ser el primero que sale al exterior para realizar durante los veranos programas al aire libre, concretamente en la Playa de San Juan, y el "Loco-loco" especial playa gana las primeras audiencias y las primeras participaciones directas de personal. También pudo presumir de ser el único locutor

alicantino que amenizaba sus programas tocando el piano o el violín, la guitarra, maracas, etc., cantando una melodía, cosa que también hace siempre que tiene ocasión en alguna reunión íntima. Tenía varios cassettes grabados con canciones propias, que guardaba para disfrute propio y de sus amigos.

Pero los espacios que más popularidad le dieron fueron, sin duda, dos digamos gemelos: "Mañana de toros" y "Mañana de fútbol", el uno en verano, el otro en invierno. Maestre cogía el maletín con su magnetófono -entonces eran aquellos viejos cacharros voluminosos, de 3ilo magnetofónico, y luego ya de cinta- y se dirigía al hotel donde se alojaban los toreros, o los futbolistas, que iban a actuar por la tarde y recogía sus impresiones. Entre otros muchos, ha entrevistado a .Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dorminguín, Antonio Ordóñez, Manuel Benítez "El Cordobés", de quien se hizo muy amigo y de quien en cierta ocasión recibió un brindis; El Tino, Pacorro, El Caracol, Diego Puerta, Paco Camino, El Viti, etc., etc. Y de entre los futbolistas, a Alfredo Di Stéfano, Kubala, Gento, Basora, Carnevali, en fin, una larga e interminable relación de famosos personajes de los :oros y el deporte.

Desde el momento de la fusión, Maestre pasa a ser redactor de información general de Radio Nacional de España, por lo que consigue ingresar en la Asociación de la Prensa de Alicante. Permanece activo en la radio hasta su jubilación anticipada, pero no por eso deja de presidir la Asociación Alicantina de radio y Televisión, de la que fue fundador y en la que ocupó la presidencia desde 1975 hasta el año 2000 en que cesa voluntariamente para dejar paso a otros más jóvenes hombres y mujeres de la radio.

En lo que él llamaba "la bodeguilla", su cochera de la urbanización Joya del Cabo de las Huertas, tenía Juan Maestre su rincón favorito donde con frecuencia obsequiaba a sus muchos amigos como un auténtico anfitrión, especialmente para la Virgen del Pilar, onomástica de su esposa. Allí reunía a las personas más conocidas del mundo de
la política, la escena, la radio, la prensa, cantantes y el mundillo de populares

Las paredes están llenas de recuerdos de su paso por el mundo de comunicación, que convierte el recinto en un entrañable museo, donde no faltan los trajes de luces o los capotes toreros.

Una vieja enfermedad que tuvo en su época juvenil y que se le reprodujo treinta años después, determinó su muerte, acaecida en la tarde del 4 de octubre de 2003.
Datos sacados del libro “historias de radio y Alicante” escrito por Tirso Marín.

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